A veces, solo a
veces, nos toca el glorioso momento en que hacemos ‘clic’.
Pero no un clic
como acostumbramos dar todos los días, millones de veces, con el cursor del
mouse o con la punta del dedo. Lo cual hacemos por voluntad propia.
Me refiero al
fabuloso hecho de llegar a percatarnos de algo, muy presente en nuestra
realidad o en nosotros mismos.
Es como cuando
miras por un vidrio empañado y de repente se te nubla la vista, ves todo
turbio; hasta que llega un momento en que decides limpiar el vidrio. Lo que te
proporciona una visión nítida de lo que está detrás.
Del mismo modo,
cuando hacemos el ‘clic’ alcanzamos a ver cosas que por mucho tiempo estuvieron
ahí nublando la vista, empañando todo.
Sin embargo, es
como dicen “El peor ciego es aquel que se niega a ver”. ¡Es muy cierto!
Hacer ‘clic’
implica que quieras ver a través del vidrio y llegues a tomar la grandiosa
decisión de limpiar.
Hay personas que ignoran el vidrio empañado
totalmente y siguen ahí sentadas mirándolo como si nada, sin entender el porqué
de muchas cosas…
Mensaje:
¿Estarás tú mirando
cómodamente el vidrio empañado?..
Sí es así, llegó el
momento de limpiar, de hacer ‘clic’.
